En estas fechas previas al inicio de las competiciones de clubes de cada país europeo se ha hecho habitual en los últimos años la celebración de fases previas de las competiciones europeas, es decir, un grupo de clubes que compiten por ocupar las plazas aun no asignadas tanto de la Euroliga como de la Eurocup. Estos partidos son realmente importantes para muchos clubes que buscan en Europa la repercusión económica y deportiva que quizás no pueden conseguir en sus ligas respectivas. Estar o no estar, ese es el dilema para algunos equipos que pueden dar sentido a toda una temporada y a una importante inversión económica por el objetivo de disputar la Euroliga o la Eurocup.
En Euroliga se han disputado estos días dos finales a ocho, con sedes en Charleroi, Bélgica, y Vilnius, Lituania, para decidir dos plazas aun vacantes para completar la fase regular. En ambos casos han llegado a la final los «anfitriones», Charleroi y Lietuvos, con suerte dispar. Mientras los belgas han conseguido una de las plazas, los lituanos se han visto superados por uno de los exponentes de esta temporada del renovado poder turco, el Galatasaray. He tenido la oportunidad de jugar un par de veces en el pabellón de Charleroi y sorprende el «microclima» que consiguen dentro de la instalación, con una escenografía muy conseguida y un público volcado, muy animado, siempre con un comportamiento extremadamente correcto.
En esta misma parte del cuadro, destaca la eliminación del potente Khimki ruso. Una plantilla construida para altos objetivos, muchos jugadores llegados de la NBA, para ahora ver a Austin Daye, Chris Quinn, Timofey Mozgov, Vitaly Fridzon, Kresimir Loncar, Sergey Monya o Thomas Kelati, entre otros, condenados a disputar la Eurocup.
Eso, jugar la Eurocup, es lo que hubiera deseado otro de los sorprendentemente eliminados en estas previas tan comprometidas, el Besitkas turco. De autentica bomba fue calificado en su momento el fichaje de Deron Williams por el equipo blanquinegro. Era la primera superestrella NBA que tomaba la decisión de fichar por un equipo europeo y lo hacía por un club a priori no de los más potentes económicamente, pero que con su llegada conseguía situarse en todos los focos del baloncesto mundial, tal y como en este momento está consiguiendo la escuadra boloñesa con el supuesto fichaje en la Lega de Kobe Bryant. Arropado Williams por jugadores como Erzeg, Dagli, Kemp o Hawkins parecía convertir a su equipo en un candidato a competir hasta el final en la Eurocup.
Ahora todas las perspectivas para afrontar la temporada cambian. Habrá que ver cómo asimilan estos equipos la pérdida tan temprana de objetivos tan importantes, si son capaces de reenfocar la situación para vivir todos los meses que están por delante con equilibrio y un buen nivel competitivo o esta primera derrota se convierte en una sombra que les acompañe durante todo el año y oscurezca cualquier otro objetivo que se ponga por delante.