¿es posible una liga cerrada?. Por Jordi Puig

Estamos acostumbrados a esperar hasta la última jornada de liga para conocer los equipos que descienden. Siete u ocho meses de competición no son suficientes para despejar dudas y año tras año hay equipos que se juegan su continuidad ACB a una sola carta. Esta temporada además, la incógnita generada por el caso Obradoiro, obligará al equipo que quede penúltimo a esperar unas semanas para saber a ciencia cierta en qué competición militará el próximo curso. Una victoria, a veces incluso un average, acaba siendo la clave para que todo el trabajo sea calificado o no de fracaso. Esta incertidumbre que viven los equipos a lo largo de la temporada provoca multitud de cambios de entrenadores y jugadores que genera una gran inflación y desgasta, y de qué manera, la ya de por sí maltrecha economía de los clubes. A lo largo de todos estos años ha habido varias voces que han justificado la necesidad de dotar de estabilidad a los clubes proponiendo una liga cerrada o semicerrada en función de unos resultados deportivos que se computaran en más de un año, no permitiendo a ningún club ocupar una de las últimas plazas durante varias temporadas, y obligando a un mayor rigor presupuestario que permita presentar unas cuentas perfectamente saneadas. Los detractores de este sistema siempre apelan a que el público de este país no entendería este tipo de competición y que la liga perdería mucho interés. Los clubes más poderosos, que nunca han visto de cerca la posibilidad de perder la categoría, no contemplan esta posibilidad en la liga ACB pero intentan asegurarse su participación de manera indefinida en la Euroliga para poder gozar de esta necesaria estabilidad. La ACB siempre ha considerado este tema como tabú por entender que se sale de la Ley del Deporte y de los acuerdos que tiene con la FEB. Lo cierto es que, especialmente en tiempos de crisis, con varios clubes con problemas para hacer frente a sus compromisos contractuales,  generando deudas muy difíciles de soportar, y apoyados básicamente de una manera u otra gracias a fondos provinientes de entes públicos, este debate vuelve a estar más vivo que nunca.

jordi_puig@teambasket.com

Un comentario

  1. ¿Y quienes optan a las plazas? ¿Y que hacemos con los que se descuelgan y no se juegan nada? ¿Es bueno para la liga que no busquen reacción moviendo el mercado y tratando de morir matando en cada partido?

    La verdad es que me suena tan tan complicado… ¿no subirían 2 equipos de la LEB? ¿Qué pasa con esos proyectos que año a año intentan subir?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *