En los típicos comentarios que todos hacemos cuando vemos las plantillas ACB antes de empezar la temporada, recuerdo uno que algunos de mis colaboradores en mis años en Girona me hacían respecto al Manresa: » este año sufrirán». Yo siempre les decía que no, que no fueran tan rápido, que había que tener el máximo respeto por todos los equipos, que había que tener en cuenta la historia de un club modesto, con su camiseta colgada en el techo del Nou Congost conmemorando los mil partidos en la élite desde hace ya bastantes temporadas. Y ahí sigue la camiseta sumando partidos, ahí sigue el equipo sumando victorias que nadie, en las tertulias de entendidos del baloncesto, les daría antes de empezar la temporada. En mi opinión, la diferencia con otros equipos es que Manresa siempre sabe a lo que sale a la pista. Mantiene una filosofía de trabajo, un perfil de entrenador, una estructura de plantilla apoyada en la presencia de «nacionales orientadores» de americanos que siempre se convierten en uno más y una personalidad de juego que parece vivir entre esas cuatro paredes e impregna a cada jugador nuevo que llega al equipo. Hay muchos otros equipos que, con carencias parecidas a las que puedan tener ellos, se pasan la temporada obligándose a llegar a la Copa del Rey o a disputar los play-offs por el título, generando unas expectativas superiores a las posibilidades reales del equipo y provocando frustración por no estar a la altura, incomprensión en el entorno por no cumplir unos objetivos para los que posiblemente no se está capacitado para competir por ellos.
Amigos seguidores de este hermoso deporte: los felicito por la pagina, les deseo felices fiestas y los invito a que conozcan mi página http://www.elbasquetquenovemos.com.ar .
Un saludo desde Mar del Plata, Argentina.