Rescato dos noticias recientes sobre incidentes muy graves en partidos de formación. Una de ellas tiene que ver con el baloncesto, la otra con el fútbol, deporte del que estamos importando algunas de sus peores caras. Un juzgado de primera instancia de Avilés ha multado al padre de una jugadora cadete con una multa ejemplarizante de 150 euros por insultos a un árbitro durante un partido de baloncesto. La actitud del padre llevó al árbitro a detener el encuentro y reclamar la intervención de la Policía Nacional. Los agentes realizaron el correspondiente atestado que fue base para la denuncia del árbitro que dio lugar a un juicio rápido contra el padre. Más grave han sido las agresiones sufridas por tres jugadores juveniles del equipo de fútbol de La Roda (Albacete). Al acabar el encuentro disputado en Cuenca una muchadumbre ‘tomó’ la zona de su banquillo, siendo golpeados. Un chaval llegó a recibir un corte con una navaja. ¿Hasta dónde se va a llegar?, ¿cuál es el límite de los padres-forofos-agresivos? El ejemplo de Avilés pudiera ser positivo.