No, no quiero decir con este título que me refiera a un tirador que es tan malo que parece que lo haga con los pies. Todo lo contrario. Creo que para ser un buen tirador, tan importante como lo que se llama «tener buena mano» es «tener buenos pies».
Primero: para poder ser un buen lanzador en cualquier circunstancia es imprescindible tener una buena base. Se tienen que hacer unos buenos apoyos, dominar el peso del cuerpo y subir equilibrado para que al final las manos puedan trabajar con independencia y afinar al máximo la precisión del tiro. Hay tiradores estáticos que se mueven muy bien sin balón y siempre están preparados, con un pequeño salto sobre los dos pies o adelantando el pie de la mano tiradora, ofreciendo sus manos al pasador para, en cuanto sus manos rozan el balón, subir en su cilindro con el máximo equilibrio. Demasiado tarde para cualquiera que pretenda evitar el triple. Leer más