Wayman Tisdale ha aunado en su corta pero intensa vida dos de mis grandes pasiones: el baloncesto y la música. Acaba de morir a causa de un cancer a los 44 años después de disfrutar de una importante carrera en la NBA y de publicar numerosos trabajos como bajista dentro de un estilo que se conoce como «smooth jazz». Hace algunos años durante una gira que hice por USA un noviembre cualquiera para ver partidos de la CBA, tuve la suerte de poder ver un entrenamiento de los Milwaukee Bucks. No olvidaré que allí pude ver a un veterano trabajando como un rookie movimientos en el poste bajo y situaciones de 1 contra 1. Años después, en alguna noche de dormir poco navegando por internet me sorprendió descubrir su historia fuera de la NBA y su carrera como músico de jazz tocando el bajo. He seguido un poco su situación y su música y siempre me llamó la atención cómo, a pesar de estar sufriendo un proceso muy duro con su enfermedad, en todas las imágenes que veia de él, siempre aparecía con una gran sonrisa. Por recomendar una canción , una versión que hizo del tema «Ain’t no stopping us now» (un buen titulo) en su album Hang Time, tema del duo de R&B McFadden & Whitehead, que también popularizó posteriormente Luther Vandross.