Está demostrado que no es imprescindible tener el «cuerpo avatar» que tiene Hasheem Thabeet , ni ser el más rápido, el más alto ni el más fuerte para ser un jugador de baloncesto de verdad. Podemos poner el ejemplo de dos bases que están disputando la summerleague de Las Vegas: Bobby Brown y Rodrigue Beaubois, el primero, con dos años de experiencia en la NBA, con un año en el Alba de Berlin en la temporada 2007/08 y nacido en el 84; el segundo, un base francés del 88, formado en Cholet y expuesto en el Eurocamp de Treviso, acaba de cerrar su primera temporada en Dallas promediando casi 8 puntos. Podríamos utilizar casi la misma definición para explicar sus características como jugador: es más bueno físicamente de lo que aparenta. Mate fácil. No presiona mucho en defensa. Parece poca cosa pero está a otro nivel, siempre hace lo correcto, muy serio, mucha calidad, parece siempre bajo control. Conoce el juego y controla cómo está el partido. Buena defensa 1 contra 1 y pasando bloqueos. Controla mucho, lo ve todo y además es capaz de anotar, tanto tirando de 3, como jugando 1c1, llegando. Desborda en el 1 contra 1 cuando y como quiere, ambos lados, ambas manos. Buenos cambios de ritmo. Pasa muy bien, desde el bote, muy buena lectura de bloqueo directo.
Hay dos aspectos que para mí son importantes destacar y que les otorgan a mi entender un gran valor como jugador. El primero es la actitud física en el juego determinada por su actitud mental. Pueden parecer algo fríos pero en realidad su expresión es el reflejo directo de su concentración, del esfuerzo que están dedicando a controlar cada una de sus acciones en beneficio del juego del equipo. Equilibrio.
El segundo es el alcance de la naturalidad más absoluta en cada acción que realizan. Ningún gesto técnico innecesario. La respuesta correcta e inmediata a cada acción-reacción ataque-defensa. Cada bote en su lugar y no hay un bote de más. El balón llega a donde debe estar. Ante una barrera puesta por la defensa siempre por el camino correcto, con economía de movimientos y el ritmo adecuado para cada acción. Eficacia.