No conozco matrimonios más productivos en deporte, a excepción quizás de Beckam y Victoria, si nos detenemos a observar la que están liando en el Chicago Sky de la WNBA Courtney Vandersloot y su esposa, Allie Quigley. No debe haber muchos casos de coincidencia en competición y en el mismo equipo de dos jugadores tan eficaces y además complementarios. Hace unos días destacamos la facilidad con la que Courtney, desde su posición de base, reparte felicidad entre sus compañeras rozando las 10 asistencias de media, liderando evidentemente con esos números la WNBA, pocos días después de haber conseguido el récord histórico en ese apartado con 18 pases decisivos.
Lo mejor de todo es que una beneficiaria permanente de esa generosidad sin límites es su mujer, Allie Quigley, que con 15,4 puntos de media es uno de las mejores tiradores que he visto nunca, especialmente en lo que se refiere a ¡¡¡la velocidad con la que lo hace saliendo de bloqueos indirectos y con la defensa encima!!! Es un espectáculo. El colmo de esta conexión es que Allie no se queda atrás en cuanto a los récords. Ha ganado varios concursos de triples y tiene desde julio de 2018 la máxima puntuación conseguida en un All-Star, superando incluso la de la NBA, con 29 puntos sobre 34 posibles.
Así que si ves a Allie correr saliendo de un bloqueo y Courtney tiene el balón en sus manos ya sabes lo que va a pasar. Seguro que también verán juntas en casa las mejores jugadas de la jornada, entre las que sin ninguna duda aparecerán asistiendo y tripleando.