Hace algunos años, en una situación límite para la permanencia de un club ACB, el Alicante, un canto se alzó desde las gradas del Centro de Tecnificación para apoyar a un equipo que demostraba cada partido que iba a luchar por un objetivo que parecía imposible. Cada jornada, con cada victoria y con las derrotas también, ese clamor fué creciendo, pasando de ser un sueño en el que creían muy pocos a transformarse en una convicción plena y multitudinaria, en una fe ciega en que era posible salvarse y seguir en la élite un año más.
Ahora la situación del mismo club en la LEB Oro puede ser sin duda distinta: lider, con el segundo a tres victorias a falta de trece partidos, con el ascenso automático para quien acabe como primer clasificado la liga regular y con el título de la Copa Principe ganado con autoridad en el bolsillo. Es un buen momento para recordar ese cántico. No para empezar la fiesta, ni para poner música a un paseo triunfal hasta cumplir el objetivo del ascenso. Ni mucho menos. Queda mucho por hacer, muchos problemas que superar. El espiritu de ese canto de los alicantinos está lleno de esfuerzo, de sufrimiento, de pasión por un equipo y una ciudad, de sentimiento, de trabajo, de mentalización, de humildad y de apoyo sin condiciones. La liga LEB es muy dura y complicada y no se puede dar nada por hecho hasta que de verdad lo has conseguido después de mucho sufrir. Hay que seguir disfrutando de un año de victorias, pero desde el trabajo hecho con serenidad y seriedad y manteniendo la máxima ambición, la confianza y la concentración, para conseguir que los sueños de tantos se hagan realidad, para convertir las voces de una afición en el ritmo que acompañe al equipo hacia el objetivo que todos anhelan: «El año que viene, Lucentum ACB».
Querido Trifón,
Gracias por acordarte del Lucentum. Sólo un apunte: el cántico empezó en la primera temporada que se subió con Andreu Casadevall y (curioso) Jorge García y Guillermo Rejón, miembros de la actual plantilla. Todo un revival.
Por cierto, como puedo ver Canal Sur Internacional, he seguido muchos partidos del C.B. Granada. En concreto me he fijado en Pablo Aguilar, por aquello del Real Madrid y tal.
Por favor: no dejes que se ablande, huya de las zonas y se convierta en un tirador de tres y nada más. Oblígale a ir al rebote ofensivo a muerte, a postear porque tiene calidad para hacerlo y que tenga más concentración en defensa. Que este chico puede llegar lejos!!!
Saludos
Frank
Gracias Trifón,
Gracias por acordarte del Lucentum y gracias por todo lo que te entregastes en los años que estuvistes en Alicante.
Apoyo la matización de Frank sobre el cántico.
Saludos,
Muchas gracias. La memoria también es de ida y vuelta.
Precisamente porque en Alicante se recuerda como si fuera ayer aquel año de la salvación milagrosa, es por lo que ese cántico que da título a tu artículo todavía no se ha oído en el Centro de Tecnificación.
La sensación de que el ascenso está en la mano se aprecia más desde el exterior (medios de comunicación, foros de otros equipos…) que en la propia afición alicantina.
un saludo