Mientras el baloncesto italiano vive inmerso en una etapa de grandes dudas en lo deportivo, con malos resultados, muy lejos de lo que su tradición nos ha enseñado, con carencias que le han llevado a estar fuera de la Olimpiada y a tener que ir a la repesca para intentar clasificarse para el próximo Europeo de Polonia, su liga, su organización da muestras de una rectitud inflexible y ejemplar.
Ya hace varias temporadas no le tembló el pulso cuando sancionó nada más y nada menos que al Benetton de Treviso. Cometieron el incomprensible error de alinear a más jugadores del límite permitido por la Lega, dieciocho, y se excedieron en los cambios cuando alinearon a Erazem Lorbek, un pivot que había iniciado la temporada en el Unicaja. Ganaron con él la Copa Italia y los organismos encargados de controlar la competición no dudaron en desposeerlos de tan preciado título, sancionarlos con la pérdida de 15 puntos en la clasificación y la inhabilitación por más de tres años al directivo responsable de semejante «desliz». Ese año la squadra de Treviso salvó a duras penas el descenso a Legadue y todavía hoy está pagando las consecuencias, habiéndose quedado, por primera vez en mucho tiempo, sin disputar competiciones europeas.
Esta temporada ha vuelto a actuar la «Corte Federativa» con un rigor extraordinario. Capo d’Orlando y Napoles han sido directamente excluidos de la Lega para la próxima temporada que, si no hay cambios tras las esperadas apelaciones, se disputará sólo con 16 equipos. Irregularidades en la documentación presentada para inscribirse en la Lega han dejado fuera a Capo d’Orlando, que en la temporada pasada disputó la Copa en Italia y también los play-offs, y a Napoles, que antes de una última decepcionante temporada ha sido un fijo en las eliminatorias por el Scudetto desde el 2002/03.
No hay distinciones. El que la hace, la paga. Quién no cumple con las normas de la competición, tiene que asumir las consecuencias.
Pues debe ser en el ámbito deportivo en el único en el qe cumplan con la ley (recuerdo que el fútbol también fueron estrictos con algunos equipos), porque luego llego el amigo Silvio y campa a sus anchas.
Si aquí también fueran estrictos sobre todo en temas de financiación y patrocinio quizá no se hubiesen dado algunos desastres (léase abandono de competiciones), y seguramente más de uno estaría temblando.
Pero aquí economícamente hablando tiramos de la madeja hasta más no poder, y así nos pasa luego.