Números cantan. 2 de 19 triples, 10’5% (Navarro 1 de 7, Garbajosa 0 de 3). 15 de 28 tiros libres, 53’6% (Pau Gasol 1 de 8, y metió el último que lanzó. ¿Tal vez ha influido su lesión en la mano?). 14 balones perdidos por sólo 3 recuperados. Estos datos en tiros de 3, tiros libres y pérdidas son sintomas inequívocos de un mal partido, del típico dia en el que nada sale y la cabeza se nubla, de un partido en el que pasas los minutos luchando contra la incomprensión de que no seas capaz de jugar bien. No entra un tiro, los balones no llegan a su destino, siempre caen en las manos del rival y cuando te das cuenta suena la bocina que marca el final sin que hayas salido del trance, sin que hayas conseguido girar el rumbo aplastante de la derrota.
Serbia muy sólida. Hacía tiempo que no veía jugar a la selección serbia como si fueran la selección serbia y no han necesitado ninguna de sus superestrellas más conocidas. Suficiente lección la que nos han dado algunos de sus mejores jóvenes, jugando con mucho orden y con mucha dureza. Como entrenador nunca me gusta ir perdiendo claramente y que encima el rival haga más faltas que mi equipo. Ayer llegamos a sufrir un menos 19 en el marcador y ellos cometieron 27 faltas por 14 los nuestros. Nos han dado y bien y no hemos reaccionado. A Ricky, Navarro y Pau no los han dejado ni respirar, sobre todo al base, que además siempre ha parecido jugar a un ritmo distinto al resto del equipo. No nos han dejado correr usando muy bien las faltas y el desacierto que ya hemos comentado nos ha condenado en el 5 contra 5. Mientras ellos, sin hacer un partido brillante en ataque, se han pasado el balón mucho mejor que nosotros y han encontrado, contra nuestra defensa de 1 contra 1 más blanda, buenas soluciones individuales en manos de Krstic, Velickovic o Macvan, que particularmente ha sido el que más me ha gustado, tirando muy bien, polivalente, demostrando mucha madurez y seguridad y con algunos detalles muy buenos, como algún pase de mucha dificultad. Por nuestra parte sólo Felipe Reyes ha estado realmente bien aunque, en la constante búsqueda que ha sufrido Scariolo por encontrar un cinco en pista que jugase consistente durante varios minutos seguidos, no ha podido tener la continuidad que en otro tipo de partido quizás habría tenido.
Sólo es el primer día. El campeonato acaba de empezar y es evidente que con este mal partido y las sensaciones que se ha transmitido no es para estar contentos, pero es momento de demostrar la gran calidad competitiva que tienen nuestros jugadores. La mejor manera de conseguir la medalla de oro es dejar de pensar en ella y empezar a jugar, a mantener la concentración en cada partido, tener paciencia, defender más duro y trabajar más como equipo para anotar. Mañana hay una buena oportunidad para recuperar vibraciones, animarse, verlo todo más positivo otra vez y empezar a prepararse para crecer cada día y llegar a punto a los momentos decisivos que nos esperan.