Ha terminado la primera parte de la competición ACB y puede ser un buen momento para reflexionar sobre la trayectoria de algunos equipos. De impresionante puede calificarse la primera vuelta del Tau. Su balance (15-1) da una muestra clara de lo enormemente competitivos que son y lo difícil que es batirlos. Son muy sólidos y dan la sensación de ser como un martillo pilón, que saben perfectamente lo que deben hacer en cada momento y que cuentan con jugadores de gran espíritu. A pesar de que Shakur no convenció y que Mickeal todavía no está al nivel que acabó la temporada anterior, el triángulo formado por Prigioni, Rakocevic y Splitter rondan los 30 minutos por partido y son muy regulares en su rendimiento. Personalmente creo que la auténtica clave es el carácter ganador de Prigioni y su capacidad para contagiar al resto. Otras trayectorias que merecen ser destacadas son las del Gran Canaria y Manresa.
Respecto a los canariones me parecieron terriblemente injustas algunas críticas que recibieron la temporada anterior por no haberse clasificado para disputar la Copa del Rey y el play-off. No por tener a su parroquia tan bien acostumbrada es menos meritorio el hecho de ser capaces de mantener cada año la columna vertebral del equipo y seguir codeándose con la nobleza de la liga. Su fortaleza jugando como locales les da una seguridad enorme. Cabe destacar que jugar dos competiciones (aunque siempre tienen muy claro cual de ellas es su prioridad), supone un gran desgaste físico y psíquico por los larguísimos viajes que deben afrontar. Los manresanos son hasta la fecha y en mi opinión, el auténtico equipo revelación de la temporada, y su entrenador Jaume Ponsarnau el que mejor rendimiento ha sabido sacar de sus jugadores. También es dificilísimo ganarles en el Nou Congost, sólo han perdido contra Gran Canaria con un triple imposible en el último instante, y han superado (y de qué manera!) la baja de Rafa Martínez, el haber tenido lesionado a Javi Rodríguez, la poca incidencia de Ibaka en el juego y también el hecho que a Bulfoni le costó rendir a su nivel. No quisiera acabar las notas positivas sin citar al Joventut que debe ser el equipo que ha sufrido más contratiempos en forma de lesiones, problemas personales,…, y ha sabido sacar provecho de las virtudes de sus jugadores disponibles para forzar a sus rivales a intentar seguir su enorme capacidad anotadora sacando un gran rendimiento. La derrota en Euroliga ante el Alba significó una gran decepción explicada en parte por los errores en los tiros libres y el gran acierto en el tiro exterior de los alemanes, pero creo que es muy difícil, sin que el equipo lo acuse, incorporar a varios jugadores que por un motivo u otro han estado fuera de la dinámica del grupo.
Entre las notas negativas hay que citar forzosamente al Cajasol. Si antes comentábamos la dificultad de incorporar a jugadores dentro de la dinámica del equipo, haber contado con cinco americanos, (tres de ellos en la posición de base y a pesar de ello se ha llegado al final de la primera vuelta sin que ninguno sea el base titular), y dos entrenadores diferentes es dar demasiada ventaja a los rivales; y en una liga tan competitiva como la ACB puede pagarse caro. Otro aspecto a tener en cuenta para los sevillanos es que San Pablo no ejerce la presión sobre el rival que pueden ejercer en otros pabellones y al final de temporada esto siempre significa alguna victoria que puede ser muy necesaria.