Si antes estallaron otras burbujas, la informática o la inmobiliaria, hay que ver lo rápido que se infló el globo económico-deportivo en algunos paises del este de Europa y lo rápido que se ha quedado todo en nada con el tsunami financiero de la crisis económica. Hace unos días se anunciaba la puesta en circulación de mercado de todos los jugadores del Donetsk ucraniano, tercer clasificado en la actualidad, parece ser que debido a unos problemas de salud del propietario del equipo, que le impedían seguir haciéndose cargo del mismo. Hoy incluso aparecen informaciones que podrían anunciar la desaparición definitiva de la entidad. Este club parecía haber cogido el relevo de las dos organizaciones dominantes en los últimos años, Kiev y Azovmash, actualmente cuarto y décimo respectivamente de la liga ucraniana y eliminados ambos de las competiciones europeas en las que han participado esta temporada. Hace apenas unos meses estos clubes nadaban supuestamente en una abundancia económica que les permitía fichar a jugadores de cierto nivel europeo. Lishchuk y Delininkiatis, por ejemplo,  han llegado a la ACB después de soportar el frío y la contaminación de Mariupol al abrigo de suculentos contratos. Con jugadores como ellos estos equipos se paseaban en la competición local, tuvieron alguna aparición destacada en FibaCup o Eurocup y empezaban a dejarse ver para ocupar incluso una plaza en la Euroliga. Parece ya lejana en el tiempo la final de la Fiba Eurocup que en la temporada 2006-2007 perdió Azovmash contra el desaparecido Akasvayu en el pabellón de Fontajau en Girona. Al menos hay una cosa que no ha cambiado en Ucrania: Khalid-el-Amin sigue dominando la competición, ahora jugando en el Budivelnik y anotando 23,2 puntos de media. Genio y figura.