Para lograr algo grande teníamos la fórmula. Él nos había enseñado muchas cosas, nos había hecho competitivos y había desarrollado con nosotros una zona 1-3-1 presionante en todo el campo que nos salía divina. Cualquiera que entienda un poco de baloncesto sabe de sobra que este tipo de defensas son muy arriesgadas y que frecuentemente acaban siendo un coladero; no era nuestro caso. Nosotros poníamos en nuestra defensa, técnica, táctica y mucha fe… ¡¡¡nadie podía con nuestra zona!!! Leer más