Por motivos de lógica afinidad de algunos articulistas de Teambasket, en este blog se ha escrito sobre el éxito del equipo alicantino al conseguir el tan ansiado ascenso a la máxima competición estatal, pero no hemos reflexionado sobre el muy meritorio primer puesto y, por lo tanto, ascenso automático de un Club que fue en su momento uno de los fundadores de la liga ACB; el Club Baloncesto Valladolid.
Los de Pucela perdieron deportivamente la categoría un poco contra pronóstico en una última jornada nefasta para sus intereses. Pero lo cierto es que ya llevaban varios años con muchos problemas derivados de su deuda que condicionaba en exceso la confección de la plantilla. Decidieron intentar poco a poco ir sufragando esta enorme losa y creo que esta temporada han conseguido reducir la deuda de una manera significativa, (en esos momentos todavía no se sabe a ciencia cierta si suficientemente para competir en ACB con ciertas garantías), lo que todavía da más mérito al equipo vallisoletano.
Esta temporada el C.B. Valladolid ha demostrado ser un equipo muy compacto, un equipo que ha crecido mucho a lo largo de la competición y esto es un signo inequívoco de que ha sido un equipo bien entrenado. Porfi ha conseguido impregnar su sello, destilar liderazgo, transmitir a sus jugadores y al entorno, y formar un auténtico bloque con jugadores comprometidos y muy generosos en su esfuerzo. Me da la sensación que las victorias y el ver como era posible alcanzar ese objetivo, por delante de equipos a priori más favoritos, han servido a los jugadores para creer en lo que hacían y cargarse de razones para poner todo su trabajo al servicio del grupo.
No tengo ninguna duda que ante estos condicionantes la renovación de Porfi es la primera y necesaria piedra para seguir creciendo e intentar el difícil reto de volver a asentarse en la liga ACB. Seguramente la siguiente tarea indispensable de los dirigentes castellanos será intentar mantener el grueso del equipo y acertar con los necesarios retoques que aporten un extra de calidad física y técnica (ojo con los cupos) pero sobretodo, que sean capaces de adaptarse a un grupo ya formado que funciona.
Me parece totalmente justo el comentario de Jordi. Debo decir que el mejor equipo que pasó por el Centro de Tecnificación de Alicante, esta temporada, fue el Valladolid, donde ganó con autoridad y haciendo un baloncesto muy interesante, demostrando, efectivamente, ser un bloque muy compacto y perfectamente dirigido por Porfirio Fisac. Valladolid ganó a Lucentum los dos partidos de la liga regular y fue merecedor de esa primera plaza. Me alegra además el éxito de Porfirio Fisac, a quien tuve el placer de enfrentarme cuando él era base de Badajoz y yo de Cáceres, justamente allá por el paleolítico del baloncesto… luego le perdí la vista, y ahora, desde luego, demuestra como entrenador la misma personalidad que tenía como jugador. Ha sabido manejar con acierto un equipo muy compensado y comprometido, una interesante combinación de jugadores veteranos y jóvenes de extraordinaria proyección. Merecido ascenso y merecida renovación.
Estoy de acuerdo en que Valladolid mereció el ascenso, ya que después de unos comienzos dubitativos (algo lógico en un equipo nuevo en la categoría), luego se asentaron y a base de hacer un buen bloque consiguieron una regularidad enorme en la segunda vuelta que es lo que les dio el merecido ascenso. Una regularidad que el Lucentum no supo mantener y que a punto estuvo de dejar a los alicantinos fuera del ascenso.