Hay momentos en los que te das cuenta, no sólo de que las cosas van mal sino, lo que es peor, de que dificilmente vas a tener opciones de recuperarte, de cambiar la dinámica negativa del partido. Es sencillo pero muy duro: ese dia no toca, el equipo no está con la suficiente concentración para ser capaz de competir por la victoria.
Podemos poner algunos ejemplos de situaciones que te dejan las cosas claras.
– Preparas en un tiempo muerto una jugada para cerrar un cuarto con pocos segundos de posesión. Cuando salen los jugadores a la pista hay dos mal colocados, fuera de las posiciones que acabas de marcar y, por supuesto, o pierdes el balón o evidentemente acabas jugando un tiro de cualquier manera que casi nunca entra o se la pasan a uno del otro equipo. Te vas al vestuario repitiendo la mítica frase de Bilardo: «me quiero morir, los de rojo son los nuestros» (ponedle vosotros el acento argentino, que al escribir no me sale).
– En el descanso entre un cuarto y el siguiente comunicas a los jugadores que vamos a cambiar la defensa, pasamos a zona. Marcas las posiciones; a quién tenemos que vigilar especialmente y no concederle el tiro; no damos segundas opciones, hay que bloquear el rebote; recordamos algún detalle de su ataque contra zona; etc. Empieza el cuarto con posesión nuestra desde medio campo. Atacamos, fallamos y tras el balance defensivo… !hay tres defendiendo en zona y dos jugadores siguiendo a su hombre en defensa individual !
El otro día en el tercer y definitivo partido de la final ACB hubo un «momento me quiero morir».
Acaba el tercer cuarto con el Barcelona 10 puntos abajo. Ha llegado la hora de la verdad. El entrenador dice: » Tenemos que creer». Los jugadores salen dispuestos a darlo todo para forzar el cuarto partido. El Barcelona tiene posesión desde media pista, sacan, recibe Pepe Sanchez y ante la presión de su defensor, se cae, pierde el balón. Lo recoje su defensa y anota una bandeja en 1 contra 0. Segundo ataque del cuarto: más presión vitoriana y el balón sale por la banda. Saca el Barcelona y sus jugadores van blandos, un par de velocidades por debajo de la intensidad defensiva del TAU y ¿qué pasa? Pues balón perdido y mate.
En sólo 26 segundos es evidente que el TAU va a ganar. Sólo son 14 puntos y queda practicamente un cuarto entero, pero el Barcelona en esas dos acciones ha dejado claro que no está mentalmente preparado para competir por la victoria.
Primero, enhorabuena por la iniciativa de la web, me parece entretenidísima y un acierto por vuestra parte, seguid así 😉
Segundo, Trfón, acabas de describir exactamente algo que a mi querido entrenador le ha sacado de sus casillas unas 6 veces a lo largo de la temporada: tiempo muerto para la última posesión, pérdida y triple desde el centro del campo de los otros. La segunda vez que nos pasó se convirtió en momento «Siempre me pasa lo mismo», jejeje.
En fin, a ver si durante el verano recapacitamos =)