reconocimiento, reputación, rol, rudy, ricky,…erre que erre. Por Jordi Puig

No es nada extraño la euforia que según parece se ha desatado entre los fans de Portland después de ver a Rudy en acción en la final de los Juegos Olímpicos. La inmensa mayoría de ellos era la primera vez que lo veían jugar y seguro que alucinaron observando de lo que era capaz con el balón en las manos (y sin él). Lo que me parece muy significativo son las declaraciones del que será su entrenador, Nate McMillan, afirmando que después del partido no podía dormir ante la demostración de Rudy y asegurando que estuvo mucho tiempo pensando en el rol que podía asumir y junto a qué jugadores podía actuar (¿veremos en Portland la doble R Roy&Rudy?). Creo que es absolutamente imprescindible llegar a la NBA teniendo un rol importante asignado de antemano dentro de la plantilla. Todos los equipos, cuando diseñan sus plantillas, asignan los roles que, en principio, tienen pensado para todos y cada uno de sus jugadores. En la NBA hay muchos casos de jugadores a los que no se les ha dado la opción de demostrar su valía porque en su puesto había jugadores que ya contaban con un cierto status y, por lo tanto, a ellos no se les ha respetado lo suficiente. En cualquier caso no deja de ser sorprendente que estas declaraciones tan rotundas de McMillan no se hayan producido hasta que no ha visto a Rudy enfrentándose a jugadores NBA. A todos los que estamos acostumbrados a ver a Rudy jugando con la Penya nos sorprendieron menos sus triples, sus vuelos, su manejo de balón,…, en definitiva su demostración en la final, puesto que le hemos visto dominar la liga ACB (junto con Marc Gasol) con mucha autoridad. La tentación es afirmar que a pesar de que cada vez hay más jugadores europeos que son auténticas estrellas en la NBA, los americanos no dejan de mirarse el ombligo y, las actuaciones de los jugadores cuando se producen en otras ligas, siempre quedan en entredicho. Por esa misma razón, creo que Ricky es otro de los grandes beneficiados de la final. Si decide declararse elegible en un futuro contará con la gran ventaja de haber podido demostrar sus cualidades ante los mejores jugadores NBA (algo que difícilmente podrán hacer el resto de jugadores de su promoción), y esto puede hacerle subir unos cuantos puestos en el draft. Sugería unas líneas más arriba que los americanos tienden a menospreciar lo que pasa fuera de sus fronteras. Seguro que algo de eso hay, pero lo cierto es que es una situación que puede compararse con lo que sucede (cada vez menos) en España. Durante muchos años hemos menospreciado a ciertos jugadores LEB que destacaban porque teníamos muchas dudas sobre cómo iban a responder ante la exigencia de la ACB. Lo cierto es que en la mayoría de los casos los jugadores que han sido determinantes en LEB han jugado a un muy buen nivel en ACB (muchos de ellos incluso han mejorado sus estadísticas).

jordi_puig@teambasket.com

Un comentario

  1. Alvaro dice:

    Pero es lógico que la gran impresión venga cuando les ve competir contra ellos. Porque el toro que tenían delante era de lo mejorcito, una selección norteamericana hiper-motivada. El valor de tu rival aumenta u cotización.

    ¿No pasa esto en la ACB? Un jugador sensacional, jugando en una Liga Adriática, o una liga polaca o turca, o incluso Francia o Lituania. ¿No tenemos ciertas reservas de su verdadero nivel hasta que le vemos en nuestra liga?

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