Que la ACB vuelva a tener 18 equipos la próxima temporada.
Que ese triple que tenía que haber entrado, entre la próxima vez.
Que las esperas en los aeropuertos sean las justas.
Que de una vez por todas los intereses del baloncesto estén por encima de los intereses particulares en la toma de decisiones.
Que los entrenadores de formación y los padres sepan a quién tienen en sus manos.
Que el que lleve el tema de las lesiones tenga en cuenta que esta temporada ya hemos agotado el cupo que nos tocaba.
Que no se repita lo de Akasvayu.
Que los árbitros no piten esos «pasos que no son» o esos «tres segundos inoportunos» en el peor momento del partido.
Que entre todos seamos capaces de hacer ver la cara positiva de la ACB y dejemos de lado los conflictos y los intereses.
Que no haya tantos invitados a la Copa.
Que por una vez los entrenadores pidamos el tiempo muerto cuando toca y a gusto de todos.
Que le demos valor a muchas más cosas además de a los resultados.
Que les piten los pasos a los americanos del supuesto Dream Team.
Que las televisiones den al baloncesto el tratamiento a la altura del gran espectaculo que es.
Que los jugadores nunca pierdan el deseo de seguir aprendiendo.
Que en los pabellones en los que me toca entrenar no haga tanto frío.
Que cada uno sepa estar en su lugar y todos vayamos en la misma dirección, a pesar de las diferencias y por encima de intereses individuales.
Que entrenadores y árbitros puedan ejercer en colaboración una labor de guía técnica de nuestro deporte.
Que entrenadores y periodistas seamos profesionales, siempre.
Que se hable más de baloncesto y menos de «bissness».

… Bueno, no voy a ponerlos yo todos, ¿no?

Por mucho que se empeñen en decirnos cada día que este 2009 va a ser fatal, seguro que podemos hacer algo, individualmente, para ayudar a que no sea así. ¡A por ellos!