Frente a la apatía desesperante que demostró la segunda elección de este año en la summerleague de Orlando, Evan Turner, y lo poco que pudimos ver del supuesto potencial del joven elegido en tercer lugar por los Nets, Derrick Favors, el primer partido pleno de expectación que jugó ayer John Wall en el Cox Pavilion de Las Vegas si dejó al menos muestras de que el número uno va a brillar la próxima temporada con los Wizards. Inició el partido muy nervioso y le costó entrar en acción, sentirse cómodo y empezar a desarrollar su juego, pero tras anotar su primera canasta a los seis minutos del primer cuarto empezó a estar más relajado, llegando a dar muestras después de estar disfrutando en la pista, pasándolo bien. Físicamente es muy atlético, rapidísimo, conduce el balón a posiciones de riesgo para la defensa a una velocidad endiablada y en la llegada es muy vertical y creativo para desbordar a su defensor o para ver el pase. A día de hoy le falta peso, que ganará en el gimnasio en los próximos años, y eso le limita un poco defensivamente en los contactos con los cuerpos que hay por aquí, aunque su actitud defensiva es buena, sobre todo en la presión al balón. Tiene una buena capacidad de juego en 1c1 y suficientes recursos para generarse sus propios tiros de muy diferentes maneras, aunque deberá ir mejorando su consistencia en el tiro de tres puntos (en Kentucky acabó el año pasado con un 32’5% con sólo 37 triples anotados en 37 partidos). Donde demostró encontrarse más a gusto fue en el juego de contraataque, en el que además se mostró especialmente generoso, ocho asistencias durante el partido junto a los 24 puntos que anotó, pases que en la mayoría de situaciones crearon una conexión interesante con el pivot JaVale McGee, autor de 21 puntos y 13 rebotes. Lo más destacable del debut de Wall, sobre todo en comparación con lo que vimos en Orlando, fue la actitud que demostró durante todo el partido. No sólo se contentó con esforzarse por responder a la gran atención que desbordó el pabellón pequeño de UNLV, sino que además demostró que puede ser una atracción para la liga porque se pasó el partido haciendo gestos de esos que tanto gustan a los aficionados, sonrisas después de anotar, un poco de baile en el calentamiento, e incluso enseñó sus músculos en un gesto de culturista tras conseguir una canasta. Showtime en Las Vegas.