
Enhorabuena por vuestra lección de orgullo, pundonor y compañerismo, enhorabuena por vuestras últimas y magistrales lecciones de baloncesto de excelencia, por vuestras defensas asfixiantes y maravillosas, por vuestra genialidad ofensiva. Enhorabuena por seguir haciendo más grande nuestro deporte, enhorabuena por ilusionar a los más jóvenes, por animar a niños y niñas a que juegen al baloncesto, por retenerlos enfrente de la tele siguiendo vuestros partidos con admiración y excitación. Somos campeones del Mundo, subcampeones olímpicos y, por fin, campeones de Europa. Gracias a todos por los hitos conseguidos… y gracias Pau por liderar esta década mágica de baloncesto.