La noticia del día es que el entrenador blaugrana ha multado con 500 euros a sus jugadores por llegar tarde a un entrenamiento. Anda todo el mundo sorprendido y admirado con el régimen de disciplina que Pep Guardiola ha instaurado en el F. C. Barcelona. Parece ser que hace que sus jugadores entrenen dos veces al día, que desayunen juntos en el estadio antes del entrenamiento y que estén en casa a las doce de la noche para descansar. Cuentan que aleatoriamente llama a alguno de sus jugadores por teléfono «a esas horas» para comprobar que estan sentados en el sofá viendo la tele o leyendo un libro y que además ha impuesto un sistema de multas por si llegan tarde al entrenamiento. ¡Hasta 6000 euros por llegar tarde! Es admirable. (Por cierto, habría que ver lo que dirían de este «estado de excepción» si los resultados no acompañasen)
Desde que tengo uso de razón baloncestístico, y ya empieza a hacer unos cuantos años, que en nuestros equipos funcionan reglamentos internos. Además de que existe un reglamento disciplinario oficial de la ACB que utilizan todos los clubes, cada equipo suele tener unas normas internas y todo el mundo sabe que llegar tarde a un entrenamiento cuesta dinero, que hay que comportarse de manera respetuosa y que hay que tener buen aspecto, hay que controlar el peso, las horas de sueño, la alimentación, hay que aprenderse las jugadas y llegar al partido preparado sabiendo cómo queremos defender cada movimiento de nuestro rival, hay que traer la camiseta reversible, que si no respetas a los árbitros en los partidos y en los entrenamientos también pagas, etc, etc. Siempre ha habido un sistema de multas y al final de temporada, la cantidad que se ha recaudado, que en ocasiones llega a ser interesante, se utiliza para diversos fines, las más veces en homenajes gastronómicos a la salud de los que más han contribuido.
En baloncesto, casi todos los días se hacen dos sesiones de entrenamiento, una por la mañana con más trabajo técnico, físico o de mejora del tiro y otra por la tarde dedicada a trabajar en equipo, en ataque y defensa táctica, en preparar los partidos. Entendiendo que cada deporte tiene sus particularidades, siempre me ha llamado la atención cómo entrenan algunos equipos de futbol. En algunas ciudades donde he trabajado, en Tenerife o en Alicante por ejemplo, he podido ver bastantes entrenamientos de los equipos locales y en pocas ocasiones me ha parecido que la intensidad fuera muy alta. Del mismo modo me sorprende el revuelo informativo que levanta el hecho de que un equipo funcione, a mi modo de ver, de manera profesional. Parece ser algo exótico cuando debería ser lo habitual. La noticia tendría que estar en todos los que convierten el trabajo diario en un compadreo, sin ningún rigor y, como se dice ahora, autogestionado.
Opino que Pep Guardiola es como muy pocos en el mundo que manejan lo mejor posible la disciplina no por nada ah conseguido tantos títulos. Yo voy a aplicar sus reglas en mi equipo de trabajo.
Saludos