
Los holandeses están de enhorabuena. Nunca una selección naranja se había clasificado para una División «A» de un torneo de formación. Siempre han competido a un segundo nivel, pero el año que viene jugaran el Europeo Sub-20 «A» después de ganar el de división B que se jugó hace unos días en Skopje, la capital de FYROM (Former Yugoslavian Republic of Macedonia), ganando a la República Checa (77-88). Hasta allí me desplacé para seguir el evento durante unos días y así apuntar algunos nombres de selecciones menores. Qué culpa tienen estos chavales de haber nacido en Luxemburgo, la República Eslovaca o en Inglaterra, países clásicos de división «B»?
Tuve la suerte de que el primer partido que presencié fue el que a la postre fue la final: Holanda – República Checa. El calor y humedad de la pista auxiliar del pabellón Boris Trajkovski no me impidió ver un buen espectáculo, con cuatro gatos en la grada. Evidentemente las pocas miradas -incluida la de su padre- se dirigían a David Jelinek, el escolta checo del DKV Joventut Badalona y cedido la temporada pasada al Prat, de LEB Plata. El joven jugador tiene unas cualidades físico-atléticas que le hacen casi imparable a campo abierto y corriendo contraataque. Si encima está sembrado en el tiro resulta difícil de parar, lo que pasa es que es ahí donde tiene mas problemas a pesar de meter auténticos canastones punteados desde 7 metros. En pocos minutos me di cuenta de que «palo» iban los dutchmen. Entrenados por el bosnio Burhan Alibegovic formaban un auténtico bloque, defendiendo a un nivel muy alto, sin ninguna estrella, pero con los roles claros. Seguro que todos, o la mayoría de estos nombres que os voy a decir os sonaran a chino, pero vale la pena repasar los más destacados ya que se lo merecen.
Jessey Voorn (escolta, 1.92, ’90): me quedé básicamente con la mentalidad de un chico que aunque no esté enrachado en el tiro defiende como el que más a la estrella rival. En ese partido falló sus tres triples de la primera parte, pero anotó cinco seguidos en el tercer cuarto. De perfil similar al de Joseph Gomis, y con una gran ética de trabajo. Acabó el torneo con 15.1 puntos y un 43% desde 6.25. Contra los locales metió 6/7, pero ante Austria, 3/11. Colaboró también con 3.7 rebotes.
Hyeronimus Van der List (pivot, 2.11, ’89): gran actitud también la de este pivot duro, grande, pero muy móvil defendiendo en dos contra uno en medio campo. Con tiempo y los pies en el suelo anota desde la línea de tres. Acabó como MVP de la final después de sumar 26 puntos (3/5 triples), 6 rebotes y 5 asistencias. Acabó el Europeo con un 15.3+5.9 y un 53% en triples. Den Bosch lo acaba de firmar por tres años.
Thomas Koenis (pivot, 2.10, ’89): sin amenaza exterior como Van der List, pero con una capacidad y un instinto reboteador admirable. Muy «currante» y listo sobretodo en el rebote ofensivo. Acabó el torneo como el tercer mejor reboteador (9.7), complementando sus 13.0 puntos. Acaba de firmar con el World Class Aviation Academy Giants de la primera división holandesa procedente del Den Helder (5.9+4.5).
También hacer mención de otros «currantes» como los zurdos Ewoud Kloos (alero, 1.92, ’89) y Ralf de Pagter (pivot, 2.00, ’89), el tirador Stefan Mladenovic (base, 1.90, ’90) o el todoterreno Charlon Kloof (escolta, 1.88, ’90). PodrÍa ser que ninguno de ellos llegase a un nivel muy alto, pero el año que viene, en división «A», ya no habrá los cuatro gatos que hubo en Skopje y habrá muchos más scouts, y alguno de ellos les podrá dar la alternativa.
Os preguntáis si hubo otros jugadores destacados en este Europeo? Pues sí.