mejorar en verano. Por Sergio Sánchez Pérez

La temporada ya terminó para muchos equipos, para otros acabará en pocas semanas y ante sí nos espera otra vez un largo periodo sin competición oficial. Teniendo en cuenta que la mayoría de los equipos ACB empezará la pretemporada a mediados de Agosto o los diversos LEBs a inicios del mismo mes, tenemos mínimo 2 meses o en el mejor de los casos 3 meses sin partidos oficiales. Este tiempo puede y debe de ser empleado para realizar actividades que durante el año por la vorágine de la competición vamos dejando en un segundo plano.

Algunos jugadores pasaran por el quirófano, solventando así esas molestias que le impedían rendir al 100%, otros tendrán, que sin necesidad del quirófano, usar gran parte de estas semanas para recuperar, compensar y regenerar las funciones perdidas por la acumulación de entrenamientos y de años en la élite. Pero la inmensa mayoría de los jugadores deberían aprovechar estas fechas para mejorar sus herramientas de trabajo; y con ello me refiero a aumentar sus capacidades tanto físicas como técnico-tácticas. Esta faceta podría estar en manos de los clubes con los cuales los jugadores tienen contrato, sin embargo no nos encontramos con facilidades para realizar este trabajo; ya sea por la falta de instalaciones una vez acabada la temporada o por lo que es aún peor, porque algunos jugadores están ya montados en su avión camino de su país unas horas después del último partido de liga.

Aun así cada vez más jugadores son conscientes de la importancia que tiene el parón veraniego para trabajar y mejorar. Algunos de ellos se pagan de su bolsillo su propio entrenador personal, porque ven claramente que es una inversión de futuro. Me viene a la cabeza nombres como Pau Gasol y su preparador Pepiño Casal o José Manuel Calderón y Joan Tarragó. ¿Por qué no tomarles como ejemplo? Me cuentan que Calderón, hace pocos veranos,  después de sesiones para la mejora física pasaba horas trabajando para mejorar su tiro, ¿mejoró? ¡Y tanto que mejoró!

Otros ejemplos los tenemos en jugadores de cierta edad que necesitan este trabajo veraniego para así poder aguantar un año más en una liga donde cada vez hay más exigencia física. Ferrán López se retiraba de las canchas hace pocos días, 37 años, 20 como profesional. ¿Cómo hacía para aguantar la exigente liga ACB? La respuesta es sencilla: cuidarse al máximo y contratar un preparador personal durante el verano. En estos casos de jugadores veteranos ya no es tanto el hecho de conseguir mejoras físico-técnicas, sino el trabajar para evitar lesiones y poder de este modo alargar su vida deportiva.

Una vez visto que este periodo lo podemos aprovechar para mejorar, no nos debemos olvidar que la temida pretemporada nos espera a la vuelta de la esquina y, si en verano no hemos trabajado, el riesgo de lesión se multiplicará. Es importante mantenernos en un peso óptimo y con una cierta actividad física, pues si no las lesiones por sobrecarga al intentar aguantar el ritmo de los que si se prepararon en verano, será lo que ocurra con toda seguridad (tendinitis, contracturas…) retrasando aun más la puesta a punto. Por no hablar de que si hemos trabajado en verano, antes conseguiremos un estado óptimo para afrontar la nueva temporada y nos haremos un hueco en el equipo con más facilidad.

 

Sergio Sánchez Pérez ha trabajado varios años en Fuenlabrada ACB y actualmente es preparador físico del C. B. Granada ACB.

 

 

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